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Vea esta página en: Inglés (English), Holandés, Francés, Indonesio, Portugués El Éxodo Después de un tiempo, Isaac se casó y fue padre de dos gemelos, Jacob y Esaú. Después, Dios cambio el nombre de Jacob a "Israel," y él fue escogido para continuar la línea prometida. Jacob tuvo doce hijos. Uno de ellos, Jose, fue vendido por sus hermanos a esclavitud, pero con la protección divina de Dios, él fue gobernante junto al rey de Egipto, el gran Faraón. Jose, siendo un hombre piadoso, perdonó a sus hermanos e invitó a todos sus parientes a moverse a Egipto, salvándolos de una hambrura terrible. Así los setenta descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, conocidos como "Los Hijos de Israel," Se movierón a Egipto, el país que un día los esclavizaría, así como Dios había predicho a Abraham. Los Hijos de Israel tuvierón muchos niños, y Egipto estaba llena con ellos; Pero un nuevo Faraón que no reconoció a Jose se empezó a preocupar. Él les dijo a los egipcios, "Miren, los Hijos de Israel-estos Hebreos-nos exceden en número. Nosotros debemos tratarlos sabiamente. Si les permitímos multiplicarse y tenemos una guerra, ellos podrán unirse a nuestros enemigos y luchar contra nosotros." Así que los egipcios esclavizarón a los hebreos. Los guardias brutales hicieron las vidas de los Hijos de Israel amargas con trabajo duro e imposible. Pero, cuanto mas fuerón maltratados aún crecierón en número. Entonces Faraón les dijo a las enfermeras hebreas, "Cuando actúen como parteras para las mujeres hebreas, permitan a las hijas vivir, pero maten todos los hijos recién nacidos."
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