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Noé y el gran diluvio (Página 2) Mientras construía el arca, Noé predicaba a la gente perversa, diciendoles: "Todos aquellos que se nieguen ha honrar a Dios, serán destruidos." Tristemente, todos se burlaban de Noé, riéndose de la advertencia de Dios. Pero Noé y su familia creyeron a Dios, y así en el dia convenido ellos entraron al arca, y el Señor cerró la puerta.
Entonces Dios hizo llover sobre la tierra por cuarenta días y cuarenta noches. De la tierra salieron fuentes y las aguas se levantaron sobre la tierra. Las aguas subierón hasta que el arca comenzó a flotar. Finalmente, el agua cubrió toda la tierra, incluyendo las colinas y las montañas. Las aguas cubrierón la tierra durante ciento cincuenta días. Pero Dios estubo pendiente de Noé y de toda cosa viviente en el arca. Luego Dios hizo que un viento pasara encima de la tierra causando que bajara el nivel de agua. Las aguas continuaron bajando.
Cuando el arca vino a descansar en las montañas de Ararat, y las plantas empezaron a crecer una vez más, Dios habló a Noé, diciendo, "Sale del arca, tu y cada cosa viviente contigo." Y ellos salieron. Entonces Noé erigió un altar y ofreció un sacrificio al Señor. Después, Dios bendijo a Noé y sus hijos, diciéndoles, "Sean fructíferos, tengan muchos niños, y aumentén la población de la tierra. Además de las plantas que te dí para la comida, ahora se entregan los animales en tus manos para comer.
Entonces Dios dijo, "Yo estoy estableciendo Mi promesa contigo, y con tus descendientes. Nunca de nuevo morirán todas las personas y animales en un diluvio. Yo pongo Mi arco iris en las nubes como una prueba de Mi promesa. Siempre que yo traiga las nubes de lluvia encima de la tierra, tu verás el arco iris y yo lo veré también, y honrare Mi pacto."
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