El nacimiento de una nación
Abraham a Joseph
Aproximadamente cuatrocientos años después del Gran Diluvio, Dios le aparecío a un hombre nombrado Abram que vivió en el Medio Este en una ciudad llamada Ur.
Abram vivía en una ciudad llamada Ur. Allí Dios se le apareció.
Dios le dijo,
"Deja a tu país y tus parientes, y viaja a una tierra que yo te mostraré.
Allí yo haré una gran nación de ti, y yo te bendeciré, y hare crecer tu nombre; yo bendeciré aquéllos que te bendicen y maldicere aquéllos que te maldicen: y a través de ti todas las familias de la tierra seran bendecidas."
Así que Abram partió, como el Señor le había instruido, y entró en la tierra de Canaan.
Dios le dijo a Abram, "Mira a los cielos y cuenta, si puedes, las estrellas. De la misma manera, tus descendientes no se podrán contar."
Y de nuevo el Señor le aparecío a Abram, y dijo, "yo le doy esta tierra a tus descendientes; Mira hacia el cielo, y cuenta las estrellas si tu eres capaz. De la misma manera, tus descendientes serán innumerables."
Aunque Abram y su esposa, Sarai, no tenían ningún niño, Abram le creyó a Dios; y Dios conto la fe de Abram como rectitud.
¿Entonces Abram dijo, "Señor God, cómo puedo saber que yo heredaré esta tierra?"
Y Dios le contestó a Abram, "Pasará así.
Tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es de ellos, y ellos serán maltratados por cuatrocientos años. Una nación los usará como esclavos, pero yo juzgaré esa nación, y después tus descendientes saldrán con una gran riqueza, y por la cuarta generación ellos regresarán a esta tierra."
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