Diferencias entre el Catolicismo Romano y el Cristianismo Protestante (página 8)

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El Sacrificio de la Misa

Una misa católica es, por definición, el sacrificio de Cristo (Catecismo 1322, 1338). El Catecismo de Baltimore (Edición Confraternidad de 1949) dice, "Cristo nos da Su propio cuerpo y sangre en la santa Eucaristía, primero, para ser ofrecidos como un sacrificio conmemorando y renovando todo el tiempo el sacrificio de la cruz." (Catecismo 356). Aunque los catecismos católicos citan los pasajes que hablan de que Cristo murió una sola vez, también enseñan que el sacerdote transforma milagrosamente el pan y el vino en el cuerpo real de Cristo y que entonces, Jesús es sacrificado de nuevo. "La sangre es verdadera sangre. En la misa luce como vino y sabe como vino, pero verdaderamente es la Sangre de Cristo."[1]

Aunque hay algo de variación entre los Protestantes con respecto al significado de la Cena del Señor, los Protestantes bíblicos sin excepción enseñan que el sacramento no es una renovación o revisitación del sacrificio corporal de Cristo. En cambio, es un recordatorio y el uso memorial de símbolos bendecidos por Dios para beneficio del creyente humilde.

Este contraste es mucho más que una controversia de palabras. Tiene que ver con la esencia misma de la diferencia entre el catolicismo y el cristianismo protestante. La fe protestante niega que la iglesia tenga el poder para realizar el "milagro de la transubstanciación" de la misa y además niega que el propósito de la Cena del Señor sea el de realizar nuevamente la muerte de Cristo.

Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces.
     -Hebreos 9:24-25 (RV 1960) (Vea Hebreos 9:25-10:18)

Referencias

  1. Daniel P. McGivern, "El Milagro Eucarístico Más Grande de la Iglesia," ("The Church's Greatest Eucharistic Miracle") El Mensajero Familiar de Fátima (Fatima Family Messenger) (Enero-Febrero-Marzo 1995), p. 14.

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