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Vea esta página en: inglés (English) La biblia es bien clara cuando dice que debemos obedecer al gobierno, guardar sus leyes, pagar impuestos, etc. Romanos 13 nos dice que toda autoridad proviene de Dios y que debemos de estar sujetos a ella. El versículo 2 dice:
Pablo explica que los gobiernos son una bendición, los cuales guardan el orden. Pablo le dijo a Tito (3:1) que les recordara (a los creyentes de Creta) que estuvieran sujetos a los gobernantes, las autoridades, que fueran obedients, que estuvieran listos para toda buena obra." Si deseas vivir como Cristo, entonces has lo mejor para vivir en obediencia a la autoridad que El ha decretado. Pablo no solo nos aníma a obedecer los gobiernos, pero también a orar por ellos. La primera carta de Timoteo 2:1-2 dice:
Pablo nos amonesta a que vivamos de acuerdo a las leyes la nación y más aún, que oremos por nuestros líderes. Esto es especialmente interesante porque Pablo lo escribio durante el reinado del emperador Nerón, quien es famoso por haber asesinado a muchos cristianos. Sin embargo, el patriotismo, a veces indica más que una simple obediencia y oración. Para muchos, el patriotismo implica un profundo compromiso por su país, una actitud de “amarlo o dejarlo.” Muchos cristianos han asociado la lealtad a su nación (o nacionalidad) con lealtad a Dios, confundiendo así la fe cristiana con la religión del patriotismo americano. Pablo no fomenta éste tipo de patriotismo, en sus escritos. Mientras nos insiste en obediencia civil, el se refiere a los creyentes como “extranjeros y extraños” en un mundo sin Dios. El comprendió que la ciudadanía de un cristiano está en los cielos, no entre las naciones del mundo. Servimos y somos leales al Rey de Reyes y Señor de Señores. No hay otra alianza que sea tan importante como nuestro compromiso con Dios. Yo también estoy orgulloso de mi país. Sin embargo, Yo también recuerdo estar sumamente orgullosos de mi escuela secundaria. Al aplaudir por nuestro equipo de futbol, honestamente sentía que no había una sola escuela en el mundo entero que fuera mejor que la mía. Cuando entré en la universidad, me dí cuenta que casi todas las escuelas secundarias eran basicamente muy similares. Ninguna merece ser exlaltada a un estatus de “escuela suprema.” Tal vez, así será cuando lleguemos al cielo. Es posible que nos sintamos bendecidos por vivir en Los Estados Unidos, pero dudo que sintamos alguna alianza patriótica cuando nos demos cuenta que nuestro verdadero compromiso ha pertenecido todo el tiempo a Dios. Estando ante la presencia de Cristo, observaremos a nuestro alrededor y veremos que Dios ha bendecido a personas de todas partes del mundo, a travès de la historia. Nos daremos cuenta que las naciones fueron creadas para servir al hombre y no al revés. Autor: Mark Van Bebber de Films for Christ |