¿Cómo sabemos que Jesús es el Mesías?
 |
Vea esta página en: húngaro, indonesio, portugués 
La Palabra “Mesías” significa “Ungido,” el nombre dado al Libertador prometido que vendría algún día al pueblo de Israel como el gran Savior y Redentor, “Ungido” como Profeta, Sacerdote, y Rey por Dios mismo. Algunos por supuesto están todavía esperando el cumplimiento de estas promesas del Antiguo Testamento para el futuro, cuando el “Mesías” vendrá a establecer un reino mundial de paz y justicia centrado en torno a la nación escogida de Israel. Por otro lado, el grupo de judíos creyentes que se convirtieron en los primeros fundadores del Cristianismo estaban convencidos que Jesús de Nazareth era el Mesías prometido. El nombre “Cristo” es el equivalente griego de “Mesías,” así que el nombre Jesucristo realmente significa “Jesús el Mesías,” o “Jesús el ungido.” Ellos predicaron esta verdad con tal convicción y poder que no sólo muchos judíos, pero mas tarde una gran hueste de gentiles, creyeron en Jesús, como Cristo, y también como Señor y Salvador de todos los hombres. Y ciertamente había una buena razón para tal fe. Las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento se cumplieron singularmente en el Señor Jesucristo. Hay cientos de estas profecías, así que la posibilidad de su convergencia accidental en un hombre común está completamente descartada por las leyes de la probabilidad. De hecho, algunas de las profecías están tan encuadradas, que su cumplimiento excluye a cualquiera que viviera después del siglo primero D C. Por ejemplo, el patriarca Jacob dijo, in Génesis 49:10, “no será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies hasta que venga Siloh.” El nombre “Siloh” es un título del Mesías, y la profecía declara que la tribu de Judá permanecería como la tribu principal de Israel, particularmente proveyendo sus reyes, hasta que el Mesías viniera. La profecía debe haberse cumplido anteriormente a la destrucción de Judá y Jerusalem en el año 70 D.C., para ese tiempo ciertamente que toda apariencia de un cetro habría desaparecido de Judá. Similarmente la promesa fue dada al Rey David que el Mesías sería uno de sus descendientes, como el Rey eterno, aquel de quien Dios dijo, “Y yo afirmaré para siempre el trono de su reino” (II Samuel 7:13). Isaías dijo, “Saldrá un vara del tronco de Isaí (that is David's de David), y un Vástago retoñará de sus raíces” ( Isaías 11:1). Este es otro nombre del Mesías, e indica que, aunque después pareciera que el árbol de la familia de Isaí había sido cortado, un retoño aún crecería del tronco. ¡Evidentemente el último que podía ser conocido como del linaje probaría ser finalmente el Mesías prometido! Esto se cumplió singularmente en Jesús. Su padre adoptivo, José, era de la línea real de David y por esto mantenía el derecho legal al trono (Mateo 1:1-16). Su madre, María, era también descendiente de David, como se ve en su genealogía en Luke 3:23-31. Pero aún desde el tiempo de Jesús, sería bastante imposible establecer el linaje legal o biológico de cualquier pretendiente al trono de David, ya que todos los datos genealógicos antiguos fueron destruídos poco tiempo después. Una profecía aún más impactante es dada en Daniel 9:24-27. A Daniel se le dijo explícitamente que el Mesías vendría 69 “sabbaths” (esto es, 69 años sabáticos - un total de 483 años) después que el decreto fue dado de reconstruir a Jerusalén, which at that time lay in ruins after Nabucodonosor, rey de Babilonia, la había destruido. Tal decreto fue dado mas tarde por el emperador persa. Aunque la fecha exacta del decreto es un tanto incierta, la fecha de culminación de la profecía debe haber sido en algún momento en el primer siglo D.C. De hecho , antes de la destrucción de la ciudad y el templo por los romanos en el año 70 D.C., porque la profecía decía bastante explícitamente: “Después (de 483 años) se quitará la vida al Mesías, mas no por si; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario” (Daniel 9:26). No sólo el Mesías debería venir antes de la destrucción sino que sería “cortado,” rechazado y muerto antes de venir. 
Es obvio que ningún otro que Jesús podía haber cumplido estas profecías. Las profecías absolutamente excluyen cualquier futuro Mesías, excepto que aún la esperanza tendrá su cumplimiento en la Segunda venida de Cristo. Y entonces, por supuesto, hay todavía cientos de otras profecías, las cuales fueron cumplidas por Jesucristo: Su nacimiento virginal (Isaías 7:14); Su nacimiento en Belén (Miqueas 5:2); Su expiación ( Isaías 53:5); Su crucificción (Salmos 22:14-18); Su resurrección corporal ( Salmos 16:10); y muchas otras. Todas estas se juntan para testificar que “Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios” (Juan 20:31). La probabilidad de que cientos de predicciones específicas, cada una independiente de las otras, pudieran todas ser cumplidas concurrentemente en un individuo, es inverosímil al más alto grado, especialmente en vista de la naturaleza milagrosa de muchos de ellos (Ej., el nacimiento virginal, la resurrección, etc.). Ninguna conclusión racional parece posible excepto que Jesús es lo que proclama ser - Mesías, Salvador, Señor y Dios. [ Si esta información le ha sido de ayuda, le rogamos que en oración, considere la posibilidad de efectuar un donativo para ayudar a sufragar los gastos derivados del mantenimiento de este servicio que tiene como propósito edificar su fe y la de su familia. Los donativos son deducibles de la declaración de impuestos.
Selección de The Bible Has the Answer, La Biblia Tiene la Respuesta), de Henry Morris y Martin Clark, publicado por Master Books . Suplida por Films for Christ con permiso de Master Books Translated by: Marlene Forteza Derecho de Autoría © 1995, Master Books, Todos los Derechos Reservados – excepto como se declara en el anexo titulado “Uso y Derecho de Autoría” página que permite a los visitantes de ChristianAnswers.Net utilizar los derechos y ponerlos en uso en los hogares, en las escuelas, en las iglesias y para testimonio personal. Información Adicional
Christian Answers Network |
